La crisis que azota a los países de Europa Occidental ha provocado numerosos problemas en las economías afectadas, especialmente en el mundo laboral. En España, uno de los países más castigados desde el año 2008, la crisis ha afectado a los principales sectores productivos de la economía provocando un aumento del desempleo, que se ha elevado, en líneas generales, desde los tres a los seis millones de parados.
Paralelamente, el sistema educativo español ha permitido que un ingente número de personas accedieran a la universidad, lo que conlleva una importante salida de titulados a un mercado laboral saturado, y con ello a la certidumbre de la imposibilidad de acceder a un trabajo cualificado.
Con estos datos, y con la escasa probabilidad de que en ciertas localidades existan soluciones laborales adecuadas a la formación recibida, la opción que se presenta ante el titulado universitario es clara: emigración o desempleo, y la emigración implica, en líneas generales, buscar países donde los niveles de demanda de titulados especializados sean altas para garantizar que el puesto que se ocupará estará en relación con la formación obtenida.
Por qué es importante conocer un segundo idioma
Ante la posibilidad de preparar las maletas para encontrar un trabajo fuera de España, las opciones que se presentan implican un país con una lengua diferente al español. En el caso de Europa, las posibilidades se enmarcan en los países de habla alemana y aquellos en los que el inglés o es el idioma propio del país, o es una lengua de trabajo ampliamente reconocida y en la que se puede desarrollar sin problemas la actividad laboral.
La salida alemana de la crisis económica se ha producido de manera veloz, mejorando las posibilidades del gigante centroeuropeo y propiciando la demanda de trabajadores cualificados en diferentes mercados como el de la economía o la ingeniería.
Una persona titulada, con buena formación y dominio del alemán, no solo tiene muchas posibilidades de encontrar empleo en Alemania, sino que los propios alemanes realizan campañas de captación para nutrir su economía con profesionales que respondan a ciertos criterios, entre ellos el idiomático. Saber alemán o inglés abre las puertas a los mercados europeos y es el pasaporte con el que lograr un trabajo bien remunerado.
Más allá del Atlántico
Estados Unidos ha sido y es, sin duda, uno de los principales países para que un titulado con una buena formación logre un trabajo de calidad. Por ello, y porque la lengua principal es el inglés, el conocimiento de esta lengua es el requisito imprescindible para encontrar un buen puesto de trabajo.
Cualquier temática relacionada con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la informática, internet, google, la economía o cualquier ámbito tecnológico o científico tiene en Estados Unidos su punto de referencia.
Unido a ello, su vecino del norte, Canadá, presenta un mercado cada vez más pujante y con mayores posibilidades para el emigrante. Canadá también tiene el inglés como idioma oficial, con una de sus provincias, Quebec, donde el francés es reconocida como lengua propia.
En resumen, una oportunidad laboral para los españoles en medio de una grave crisis implica el conocimiento de un idioma, y dentro del conocimiento de idiomas, dominar inglés es la puerta hacia una perspectiva de trabajo.