Según el conocido mito de la Torre de Babel, en tiempos remotos toda la humanidad hablaba una misma lengua, gracias a lo cual las personas de cualquiera de sus regiones eran capaces de entenderse entre sí. El orgullo de los hombres al construir la torre, que se alzaba hasta el mismo cielo, provocó la ira de Dios, que los condenó a la mutua incomprensión al crear una miríada de diferentes idiomas.
Lo irónico es que hoy en día estamos más cerca que nunca de entendernos en una lengua global –por ahora, el inglés, aunque podría acabar siendo el chino u otro idioma- y terminarcon dicha maldición divina, pero a la vez muchos lamentan la pérdida de diversidad que esto puede causar. Para ver hasta qué punto la variedad de idiomas está amenazada, dedicaremos esta entrada del blog de International House Madrid a analizar los datos disponibles:
¿Cuántos idiomas se hablan en el mundo?
Cabría suponer que, gracias a la precisión de las estadísticas para medir casi cualquier dato relativo a un grupo humano, nada resulta más fácil que conocer con exactitud cuántos idiomas se hablan en el mundo. Error: aunque suele citarse como referencia la medición de Ethnologue, una autoridad en lingüística que estima en 7.097 los idiomas existentes, las mediciones cambian según la fuente que se consulte. Es más: cada año se descubren nuevos idiomas, y el censo se enriquece según se estudian lenguas que antes no se percibían como diferenciadas. Por ejemplo, a principios del siglo XX se calculaba que había 1.000 idiomas en todo el globo; no es que desde entonces el número se haya multiplicado, sino que los estudios sobre ellos eran aún poco rigurosos en comparación con los actuales. Es posible, por tanto, que dentro de 30 años hayamos añadido algunos cientos o miles de nuevos ejemplares al plantel de idiomas conocidos.
Algunos datos curiosos:
- En Europa solo tenemos 230 idiomas distintos.
- Pese a contar con solo cuatro millones de habitantes, en Papúa Nueva Guinea se habla la friolera de 832 idiomas.
- Antes de la llegada de los europeos y asiáticos, en América del Norte existían más de 300 idiomas autóctonos.
Es decir, que la distribución de los idiomas es muy irregular. Factores como la pervivencia de sociedades tribales -cada una con su lengua propia- o de zonas en las que los accidentes orográficos dificultan el contacto entre grupos humanos pueden explicar que en un pequeño territorio convivan muchos idiomas diferentes. En otros casos puede deberse a razones políticas, como, por ejemplo, que un determinado idioma se haya impuesto como oficial y se haya relegado a las lenguas minoritarias a un rol marginal.
Y debemos tener en cuenta en todo momento que la tradicional distinción entre idioma y dialecto es cada vez más porosa y puesta en duda. Son famosas las palabras del lingüista Max Weinreich: “un idioma es un dialecto con un ejército y una flota”. Es decir, que a menudo se ha elevado o rebajado el estatus es una lengua no en función de criterios estrictamente lingüísticos, sino de su importancia política, sociológica o literaria. Por ejemplo, a menudo se habla de ‘dialectos africanos’ y no de ‘idiomas africanos’ porque muchas de las sociedades estudiadas no poseen registros escritos, uno de los requisitos para acceder a la consideración de idioma que muchos estudiosos imponen.
¿Realmente se están ‘extinguiendo’ muchos idiomas?
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Según National Geographic, cada dos semanas muere un idioma.
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Durante el próximo siglo es probable que haya desaparecido la mitad de los 7.000 idiomas que conocemos.
- Hay unos 500 idiomas que solo habla un minúsculo grupo de personas.
Por tanto, aunque 7.000 idiomas pueda parecer un número muy elevado, una gran parte de ellos cuenta con pocos hablantes. Si la población que habla un idioma minoritario envejece y no lega ese idioma a sus descendientes, es muy probable que desaparezca sin dejar rastro (en muchos casos no existen registros escritos).
Volvamos al ejemplo de la Torre de Babel: ¿es realmente malo que desaparezcan esos idiomas? ¿O, por el contrario, se trata de una evolución natural que no deberíamos lamentar? ¿Es más recomendable mantener una visión romántica o pragmática de la riqueza lingüística?
Como no pretendemos dar respuesta a estas preguntas, sino que animamos a que nuestros lectores se formen su propia opinión, dejamos dos enlaces para que puedan considerarse las ventajas y desventajas que esta extinción supone:
- En el primero se defiende el valor que todo idioma tiene no sólo desde un punto de vista cultural y antropológico, sino también para los pueblos que lo hablan como herramienta que les permite cultivar su identidad.
- En el segundo se defiende una visión eminentemente práctica de los idiomas, considerados meras herramientas comunicativas que no podrían o deberían tratar de conservarse contra viento y marea, sino sólo mientras sean útiles.
Confiamos en que os haya resultado interesante este artículo, que ampliaremos en fechas próximas con una segunda parte. Sea cual sea el estado de los idiomas en el mundo, en International House Madrid seguimos facilitando que cada vez más gente sea bilingüe. ¡Descubre nuestros cursos!