¿Por qué molestarse?
Para mí personalmente, aprender un nuevo idioma siempre se ha tratado de abrir nuevos mundos, cerrar brechas culturales y tratar de comprender diferentes perspectivas. Hasta que vi Ocho Apellidos Vascos, no me había dado cuenta de que el humor español también podía ser bufonesco con payasadas; hasta que una estudiante mía leyó Wordsworth no se dio cuenta de que el inglés también podía tener una delicada belleza poética.
Lo que he notado
Ya sea acceder a una entrada de Wikipedia y darse cuenta de que, si cambia el idioma, puede obtener más información, (ya que hay más colaboradores que hablan inglés que español), o fijarse por fin que Evita se llama ‘Evita’ debido al sufijo diminuto de –ita, algo que siempre has escuchado pero no sabes si usarlo o no con una amiga por temor a ser demasiado familiar. La gran experiencia que supone aprender un nuevo idioma es asombrosa.
El idioma está cambiando
Dicho esto, es importante recordar que el idioma está cambiando constantemente y, como resultado, las costumbres también. Solía estremecerme cuando oía que alguien olvidaba la tercera persona en la frase ‘Él piensa …’ (he thinks…) hasta que me di cuenta de lo fácil que digo ‘hay’ (there’s) tanto para los sustantivos en singular como en plural. Como hablantes nativos, debemos abrirnos a los mismos retos a los que se enfrentan nuestros estudiantes y coger un libro o ver una telenovela en español de vez en cuando.
Conectividad global
Nunca antes habíamos estado tan conectados y nunca antes habíamos sentido tanto la necesidad de entendernos a un nivel internacional y cultural más profundo, pero no te preocupes, no tiene que ser a través de un análisis detallado de García Lorca o un cuidadoso estudio del presente perfecto continuo: la cultura está en todas partes si solo te paras a preguntar. Basta con mirar. Basta con leer.