¿FCE, CAE, CPE, IELTS, TOEFL, TOEIC? El mundo de los exámenes oficiales dedicados a evaluar el nivel de inglés de los alumnos ha crecido exponencialmente, sobre todo durante los últimos treinta años. A medida que en el mercado global de exámenes proliferan los acrónimos, los estudiantes de cualquier parte del mundo tratan de ver la luz al final del túnel. La mayoría de dichas pruebas incluyen una parte de listening que evalúa diversas microhabilidades, como por ejemplo la escucha selectiva, la categorización de los datos, el oído para detectar la actitud y el tono del hablante, etc. Pese a que existen muchos tipos de examen, cada uno con sus propias reglas y restricciones, todos ellos tienen mucho en común; a las destrezas que sirven para desenvolverse en cualquiera de ellos las llamamos “habilidades transferibles”, puesto que pueden ser aplicadas sin apenas variación.
Jugar a ser la Sibila Délfica
Sabemos que te gustaría haber sido bendecido con la precognición que, según la leyenda, poseía el oráculo de Delfos. Dado que jamás tendrás esos poderes, tendrás que ejercitar tus habilidades deductivas para hacer conjeturas fundamentadas. Con la excepción del TOEFL iBT® o ciertas partes del TOEIC®, en casi todos los exámenes te permitirán hacer una lectura previa. Debes sacar el máximo partido a ese tiempo, pues será crucial para que predigas una serie de respuestas en la medida de lo posible. Deberías preguntarte lo más rápido posible estas cosas:
- ¿Quiénes son los que hablan?
- ¿Qué relación tienen entre sí?
- ¿Dónde están?
- ¿De qué hablan?
Al formularte estas preguntas serás capaz de contextualizar la situación y anticipar vocabulario específico. Esto puede hacerse muy rápido; conforma hagas más textos, lograrás intuir toda una sección en un suspiro. Si esa parte contiene huecos que debes rellenar, lo importante será predecir qué tipo de palabras o expresiones tendrás que usar (sustantivos, verbos, adverbios, frases nominales, etc.). No trates de leer detalladamente, céntrate sólo en las palabras clave. Con la práctica serás capaz de hacer predicciones bastante precisas. Mientras preparaba a los estudiantes para los exámenes de Cambridge, a veces presencié cómo algunos llegaban a adivinar la palabra que escucharían. Aunque al principio te resulte difícil, intentar predecir te ayudará a concentrarte en la prueba, además de hacerla mucho más manejable y comprensible.
¿Necesitas secretaria? No, gracias.
La imagen de la clásica secretaria que toma notas mientras su jefe divaga sobre lo que hay que hacer en la siguiente reunión parece ya algo caduco. Bueno, no necesariamente. En exámenes como el TOEFL iBT®, los candidatos deben confiar en su pericia para tomar notas si quieren superar las pruebas. En la mayoría de ejercicios no verás la pregunta hasta que el listening haya concluido, así que tendrás que basarte en las notas que hayas tomado. Entiendo las quejas de mis alumnos cuando señalan que apuntar palabras no es en sí misma una habilidad relacionada con la escucha. Trato de calmarlos explicándoles que, en el caso del TOEFL iBT®, necesitarán dicha habilidad para sus estudios universitarios y que, en cualquier caso, es necesario entender el lenguaje hablado para tener éxito en cualquier rama del conocimiento. Sea por el motivo que sea, deberías practicar esas anotaciones, ya lo hagas con métodos lineales (esquema o resumen) o no lineales (mapas conceptuales, árboles, diagramas, etc.) para ser capaz de entender y organizar secuencias de ideas. Una vez hayas encontrado el método óptimo, primero empieza a practicarlo en tu propio idioma, y después hazlo en inglés.
Escucha entre líneas
Si ya llevas tiempo estudiando inglés, es probable que te hayas dado cuenta de que la mayoría de la gente que escuchas en las grabaciones suena igual entre sí. Son actores de voz profesionales, guiados por expertos. Al hacer su trabajo siempre siguen unas reglas de pronunciación y entonación, y marcadores o conectores del discurso. Pese a que tratan de sonar tan naturales como les es posible, siempre siguen un guion. A esto lo llamamos “señalización”, que es la forma en que un hablante dirige su atención hacia las partes más importantes del listening. Piensa en ellos como en los postes señalizadores que ves durante un viaje por carretera, pues también están ahí para ayudarte a encontrar el camino.
Dichas palabras señalizadoras suelen anticipar la respuesta buscada, especialmente en los ejercicios de rellenar huecos. Reconocer los patrones en la inflexión y la pronunciación de los actores requiere cierto tiempo, pero puedes estar seguro de que cuanto más familiarizado estés con la forma en que hablan, mayores oportunidades tendrás de acertar. Además, seguro que te has dado cuenta de que nunca te facilitan la respuesta a dos preguntas de forma consecutiva, justo una después de la otra. Siempre hay un intervalo de tiempo en el que el hablante elabora la respuesta en cuestión; por tanto, una vez hayas respondido a una pregunta, relájate, presta atención y espera a que aparezca la siguiente respuesta.
Afina tu oído
En la mayoría de pruebas de listening de los exámenes oficiales te pondrán la grabación dos veces, por lo que si no consigues alguna respuesta a la primera, podrás hacerlo durante la repetición. Al menos, esto es así en los exámenes de Cambridge; si el que preparas es el IELTS, necesitarás ensayarlo más, ya que la grabación sólo sonará una vez. Una de las formas más eficaces de practicar es leer la transcripción del audio y familiarizarte con los diferentes acentos de los hablantes. Te puede ser de ayuda escuchar podcast sobre temas que te interesen e intervenir en foros y debates de internet.
Recomiendo a quienes quieran poner a prueba sus habilidades en el listening que se den de alta en Audible, un servicio de Amazon. Al registrarte obtienes un periodo de prueba gratuito que te permite descargarte un audiolibro de tu elección, y ni siquiera tendrás que pagar si decides cancelar tu registro antes de que el periodo de prueba expire. Si descargas un audiolibro que ya tienes en papel, podrás seguir al narrador mientras escuchas cómo te cuenta la historia.
¿Recuerdas lo que dijimos acerca de la lectura preliminar? Una gran ventaja de entender el inglés hablado palabra a palabra es que –y esto se aplica sólo a los exámenes de Cambridge– si apuntas las dos últimas respuestas de cualquier parte de una prueba de listening durante la primera escucha, durante la segunda tendrás tiempo para olvidarte de esas preguntas y centrarte en la lectura preliminar de la siguiente parte. También puedes hacerlo en el IELTS, pero sólo una vez que tengas la respuesta podrás avanzar hasta la siguiente sección sin esperar a que la grabación termine.
Ahora me ves… ¡Ahora no!
Todos disfrutamos de un buen espectáculo de magia, sobre todo cuando llegamos a la última y emocionante parte de un truco. Algo de lo que muchos de nosotros no somos conscientes es de que, para que el mago nos haga creer en sus poderes, necesita engañarnos mediante distractores: una serie de gestos y movimientos que desvían nuestra atención de lo que realmente importa. Un buen oyente debe saber discriminar la información redundante de las respuestas verdaderas. Durante un listening, un distractor consistirá en una serie de expresiones que suenan coherentes, pero que no encajan del todo con lo que se nos pregunta en el ejercicio. ¿Alguna vez te has preguntado cuántas preguntas de respuesta múltiple figuran en los ejercicios? Además de la respuesta correcta, los examinadores incluirán una alternativa estrechamente relacionada con el tema en cuestión, pero que no proporciona información relevante o que sólo responde en parte a la pregunta formulada, otra opción que es abiertamente contradictoria, y una última que ni siquiera se menciona.
Hay que prestar especial atención a las palabras que se emplean en cada caso, pues esos términos son los verdaderos distractores. Elegir una opción por el mero hecho de haber escuchado la misma palabra en la grabación suele hacerte elegir la opción incorrecta.
Estos razonamientos pueden aplicarse también a la parte del Reading, pero eso ya es harina de otro costal.
¿Qué debo hacer después?
Para convertirte en un candidato con garantías de éxito necesitarás tiempo y práctica. A no ser que hayas gozado de una buena inmersión en inglés, es probable que no alcances la nota que esperabas. Ten en cuenta que en los exámenes más estandarizados cuentan más las habilidades que los conocimientos. Esto puede sonar un tanto extraño, pero he visto cómo estudiantes superan el FCE o el CAE gracias al uso de conjeturas fundamentadas y pensamiento lógico, algo que hace cuestionar si este tipo de exámenes reflejan el nivel de inglés que una persona tiene. No obstante, esta pregunta puede ser debatida en un futuro artículo.
Texto traducido por Luis Herrero. Puedes encontrar la versión original (en inglés) de Frank C. Zirit en este enlace. Sigue leyendo el blog de International House Madrid para descubrir las mejores formas de preparar los exámenes de Cambridge y aprender más sobre idiomas mientras pasas un buen rato.