En International House Madrid queremos felicitar al CMU Chaminade por su 50 aniversario, una gran noticia tanto para nosotros como para los miles de estudiantes que se han alojado entre sus muros. Desde comienzos de los años 80 mantenemos con ellos una provechosa colaboración, gracias a que uno de nuestros centros se encuentra en su residencia, situada en plena Ciudad Universitaria. Es por ello que muchos estudiantes que se han alojado en ella han podido aprender inglés con nosotros. Y, para conmemorar esta efeméride, queremos dedicar un pequeño texto a la historia del Chaminade, de forma que nuestros alumnos conozcan mejor esta excepcional institución.
El Colegio Mayor Universitario Chaminade, fundado en 1966-67, es una rara avis dentro de las residencias universitarias. El proyecto humanista clásico por el que apostaron desde sus inicios lo convirtió en una excepción dentro de la España del Franquismo, un oasis gracias al cual los estudiantes podían disfrutar no sólo de alojamiento, sino de un modelo de educación concebido como formación integral de la persona. En él se ha aspirado siempre a que los estudiantes, tras adquirir el corpus de conocimientos académicos que la universidad les proporciona, puedan complementar su formación integrándose en la comunidad que se genera en el Chaminade.
En palabras de Juan Muñoz, director del Chaminade, “nosotros no queríamos que nuestro colegio mayor funcionara como una mera residencia que los estudiantes usaran como si de un hotel se tratara, sino un lugar del que formaran parte activa y que les permitiera transitar hacia la vida adulta y formar parte activa de una sociedad democrática”. Por eso, una de las señas de identidad del Chaminade es la participación de los alumnos en los procesos de toma de decisiones, lo que se traduce en que las medidas que afectan a la convivencia en el centro sean fruto de un debate democrático con todas las partes implicadas: los estudiantes participan desde sus inicios en la elaboración de normas de conducta, propuestas de trabajo, planificación de seminarios, eventos, etc.
Un triunfo que con gran justicia llevan a gala fue la supresión de las novatadas en 1982. Aunque, irónicamente, en la votación ganaron por un estrecho margen los continuistas de la tradición, esta práctica humillante fue abolida de facto tras dicha iniciativa. De esta forma, el Chaminade se convirtió en una institución pionera cuyo éxito no han podido replicar otros centros que persiguen el mismo objetivo; en opinión de Muñoz, la clave está en que en su centro se llegó a ello mediante un proceso horizontal y abierto a todos, fue una iniciativa que surgió de los propios alumnos y no fue impuesta desde arriba. La razón última hay que buscarla en la postura antijerárquica que caracteriza su sistema educativo; los alumnos se dieron cuenta de que una tradición como la de las novatadas no era coherente con el respeto y la ausencia de autoritarismo o privilegios por razón de antigüedad que caracterizan a la residencia.
Pese a que este pudiera parecer un modelo de gestión un tanto arriesgado, en el Chaminade han logrado convertirlo no sólo en un éxito, sino también en uno de los mayores atractivos de su centro. Juan Muñoz señala con orgullo que, pese a las dificultades económicas y periodos de crisis, nunca han necesitado modificar su planteamiento: “algo que nos ha sorprendido gratamente ha sido comprobar cómo las líneas rectoras de nuestro proyecto educativo se han mantenido durante estos cincuenta años. Por supuesto, hemos avanzado y modificado nuestra institución en sintonía con la sociedad, pero sin que el espíritu pedagógico y asambleario se perdiera por el camino. A esto contribuye que nunca nos hayamos regido por un modelo meramente empresarial, sino que todas las iniciativas que hemos amparado son acordes con nuestra filosofía y no sólo una forma de negocio'.
Además, la apuesta por el deporte acompaña al colegio desde su fundación, con equipos de múltiples disciplinas que van desde el fútbol y el rugby hasta los deportes de raqueta como el tenis y el ping-pong o las artes marciales, representadas por el karate. Otro de sus grandes motivos de orgullo es su grupo de circo, cuyos grupos de malabaristas han logrado un gran éxito en el Encuentro Universitario de Malabaristas de Madrid. El espíritu de equipo y la apuesta por la integración en una comunidad educativa que sea mayor que la suma de sus miembros explican el destacado papel que el Chaminade siempre ha dado a las actividades grupales de todo tipo.
Con el objetivo de celebrar las cinco décadas que han transcurrido desde la apertura del Chaminade, sus responsables han organizado una serie de eventos conmemorativos: obras de teatro, conciertos de rock y jazz, eventos deportivos solidarios, maratones de programas de radio, etc. Y, además, encuentros con antiguos alumnos del colegio, que ascienden ya a la friolera de 4500; de ellos, gracias a una paciente búsqueda, han logrado ponerse en contacto con alrededor de 3000. Por supuesto, si has sido residente del colegio o conoces a alguien que lo fuera, no dudes en ponerte en contacto con ellos en su página web. También han editado un en el que se recogen los testimonios de decenas de residentes, y disponen de una excepcional exposición de todo tipo de documentos relacionados con el colegio: recortes de prensa, fotografías antiguas, cartelería, etc. Os animamos a que la visitéis para conocer de primera mano su historia, que es también una pequeña parte de la historia de Madrid durante las últimas décadas.
En IH Madrid queremos darles la enhorabuena por el enorme trabajo que han realizado; estamos convencidos de que el Chaminade seguirá siendo durante muchos años más una institución modélica, ejemplo de cómo se gestiona una institución educativa con independencia, voluntad y aperturismo. ¡Muchas felicidades a todos los que lo habéis hecho posible!
