La cantante madrileña Barei, representante de España en el festival de Eurovisión de este año, tomó hace poco la decisión de interpretar su tema “Say Yay” íntegramente en inglés. Es la primera vez que un representante de nuestro país hace esto, y ha levantado algunas ampollas entre quienes consideran que sólo deberían poder concursar canciones escritas en nuestra lengua. ¿Qué opináis vosotros? En International House Madrid trataremos de dar algunas claves para entender mejor la polémica:
¿Qué representa Eurovisión?
Hemos de señalar, aunque tal vez resulte obvio, que no se trata de un certamen musical al uso, sino de uno en el que la política, el orgullo nacional y la diplomacia entre países han jugado siempre un papel importante, tanto o más que la música. Esto es lo que muchos piensan, pero… ¿Qué hay en ello de cierto? Pues más bien poco, si nos fiamos de los artículos que tanto El País como el ABC dedicaron a desmontar estos mitos.
¿Esto sólo pasa en España?
No. Es un error creer que este tipo de críticas sólo se dan en nuestro país; sin ir más lejos, en Francia hubo una polémica idéntica en 2008, cuando Sébastian Tellier cantó “Divine” prácticamente en inglés. El asunto llegó hasta el diputado conservador François-Michel Gonnot, según quien “la elección de Tellier conmociona a muchos ciudadanos que no entienden por qué Francia abandona la defensa de su idioma ante cientos de miles de espectadores”. No se trata, como podría pensarse en un primer momento, de un cierto complejo de inferioridad, propio de lenguas minoritarias o naciones débiles, sino de algo que puede suceder hasta en la muy orgullosa Francia. ¿Puro chovinismo, tal vez?
¿Es posible ganar Eurovisión sin cantar en inglés?
Sí. Un ejercicio interesante es leer la lista de los ganadores de Eurovisión, año por año. A ojo de buen cubero, uno comprueba que durante los años 60, 70 e incluso 80 las canciones ganadoras eran cada una del idioma de su padre y de su madre: cada país tendía a cantar en el idioma que le era propio, y santas pascuas. Sin ir más lejos, las dos canciones españolas que han ganado el certamen han sido “La la la” (Massiel, 1968) y “Vivo cantando” (Salomé, 1969), ambas en el idioma de Cervantes. Aunque siempre ha existido, por supuesto, una opción intermedia –tibia, dirían algunos-, que consiste en escoger el español para la mayoría de estrofas y el inglés para el estribillo. Este fue el caso, por ejemplo, de la horripilante “Europe’s Living a Celebration” con que Rosa López concursó en 2002.
Más allá de Eurovisión, ¿qué artistas españoles cantan o han cantado en inglés?
Quienes tengáis treinta o más años seguro que recordaréis aquella hornada de grupos españoles de pop y rock que, durante los años 90, escogieron el inglés como vehículo de sus canciones. Sí, hablamos de Dover, que fueron quienes partieron la pana en 1997 gracias a su disco “Devil Came to Me”, pero también de otras bandas semiolvidadas que se formaron más o menos en la misma época, como Undrop o Australian Blonde. Esta eclosión de grupos anglófilos vino de la mano de campañas de los refrescos Radical Fruits y Fruitopia (¿quién se acuerda hoy de ellos?), cuyos anuncios fueron acompañados por canciones de dichas bandas.
El momento histórico se prestaba mucho a ello: los años 90 pegaban sus últimos coletazos y aquí paparrucheábamos algo más de inglés, éramos todos muy modernos, empezaba a hablarse de multiculturalismo, y el ser cosmopolita no era ya sólo algo de buen tono para los más modernos, sino casi una obligación. A diferencia de lo que ocurrió con los grupos de la Movida madrileña (y de otras partes de España), quienes sólo escribían letras en español, estos músicos apostaron por el inglés desde el primer momento. En conjunto, la jugada no les salió nada mal, aunque muchos de esos grupos terminaran siendo flor de un día, algo que achacamos no tanto al idioma escogido como al talento de que disponían.
Si volvemos la vista más atrás, comprobamos que los españoles cantando en inglés no eran ninguna novedad en los 90, pues ya en los años 60 fueron numerosos los artistas que emulaban los éxitos del recién nacido rock n’ roll en su idioma original. “Black is Black”, de Los Bravos, o “Get on Your Knees”, de Los Canarios, fueron probablemente los dos éxitos más sonados; arrasaron no sólo en España, sino también fuera de nuestras fronteras. Y con buenas razones, puesto que, así se canten en inglés, español o swahili, siguen siendo dos canciones impecables y pegadizas como el chicle.
En la actualidad, grupos y cantantes como Najwa, Marlango o Russian Red cosechan cierto éxito de crítica y público sirviéndose del inglés, aunque hay que tener en cuenta que los dos primeros cuentan con integrantes bilingües (Najwa Nimri, Carlos Jean y Leonor Watling), por lo que no parece ninguna excentricidad o maniobra comercial que no escojan el español como lengua para elaborar sus canciones.
¿Por qué motivo querría un hispanohablante cantar en inglés?
Respuesta corta: porque le da la gana. Hablando en serio, aunque pueda parecer de perogrullo, se nos ocurren tres motivos principales que llevan a tantos grupos a escoger el inglés como vehículo para sus canciones:
- Han crecido escuchando música en dicho idioma; algo nada raro, pues buena parte de los mayores grupos de pop y rock del siglo XX se expresaban en inglés. Si en el equipo de un cantante español sonaban, por poner un ejemplo, los Rolling Stones, Metallica, los Beach Boys y Radiohead, es natural que le atraiga componer en el idioma que asocia a sus recuerdos musicales.
- Esperan ganar proyección internacional: si uno confía en ganar popularidad fuera de sus fronteras, resulta tentador cantar en inglés, algo que a priori facilita la entrada en el mercado anglófono. Esto puede ser un arma de doble filo, ya que a veces es un idioma ‘exótico’ (a ojos ajenos) lo que da mayor personalidad a un grupo o cantante. Pensemos en los germanos Rammstein, por ejemplo, en el inigualable Serge Gainsbourg o en Franco Battiato, para cuyo éxito internacional el idioma no representó obstáculo alguno.
- La métrica: el inglés es un idioma muy ágil, de frases y palabras cortas, que se presta mucho al tipo de rima habitual en el pop y el rock. Al traducir una canción inglesa al español a menudo percibimos que se vuelve más larga y desaliñada, y que pierde el desparpajo que tenía en su idioma original.
- La vergüenza: en el caso de los malos letristas, cantar en inglés suele ser una forma de esconder sus carencias líricas, pues confían en que buena parte del público no entienda ni jota. Y porque en inglés todo suena más moderno y más cool, claro.