¿Sudores fríos? ¿Articulaciones rígidas? ¿Tripas que resuenan y tensión abdominal? Bien, estos son algunos de los síntomas que podrían afligirte al entrar al aula donde harás el examen de Cambridge, un lugar tan acogedor como la sala de espera de un dentista. Al margen de tu nivel de inglés o cuánto hayas preparado el examen, nadie está libre de sentirse agarrotado y cometer pifias garrafales por culpa de los nervios.
El mundo de los exámenes oficiales dedicados a evaluar el nivel de inglés de los alumnos ha crecido exponencialmente, sobre todo durante los últimos treinta años.
Muchos jóvenes, cuando terminan sus estudios universitarios, se plantean la posibilidad de estudiar un máster en el extranjero. Es cierto que es una gran inversión, pero también lo es que para el futuro laboral y profesional del estudiante no es más que una forma de asegurar su empleabilidad. Sobre todo, porque en la mayoría de ocasiones, el estudiante puede obtener una experiencia profesional con prácticas durante los estudios.
Los exámenes de Cambridge English constituyen una de las pruebas de inglés más prestigiosas del mundo. Este título ayuda al estudiante a desarrollar destrezas lingüísticas para desenvolverse con fluidez en otros países y evalúa las capacidades de los alumnos para comunicarse en el día a día.
Seamos claros: a casi nadie le gusta la perspectiva de enfrentarse a un examen, y menos a uno con fama de ser un hueso duro de roer. No obstante, el trago siempre es más grato cuando el estudiante encuentra que dichas pruebas son rigurosas y han sido elaboradas por expertos en la materia.
Las habilidades lingüísticas, especialmente las del idioma inglés, son claves para la búsqueda de empleo y para tu futuro profesional. Tanto si quieres encontrar trabajo de calidad en España, como si ansías trabajar en el extranjero, debes invertir en el aprendizaje de esta lengua.
¿Quieres presentarte a un examen de Cambridge o al IELTS y no sabes cómo encarar la primera parte del test?
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Uno de los aspectos más interesantes de las clases de idiomas, así como de los más problemáticos, consiste en enseñar a un grupo de alumnos de diferentes procedencias.
