Doblaje vs. versión original (I)

¿Escuchar las voces originales y leer texto, o entender por completo a los actores, pero con una voz postiza? Simplificando mucho el asunto, he aquí una de las grandes disyuntivas a las que se enfrenta el cinéfilo, culpable de mil batallas campales dialécticas entre la supuesta infidelidad del doblaje frente a la autenticidad y pedigrí intelectual del cine en versión original subtitulada.

Naturalmente, en International House Madrid no podemos sino defender el cine en versión original monda y lironda, pero si ya es harto complicado comprender la totalidad de los diálogos de una película en inglés, no digamos ya qué escasos serían los privilegiados capaces de hacer lo propio con una obra alemana o japonesa sin el sustento de los subtítulos.

Dicho esto, el mismísimo Alfred Hitchcock era un firme defensor del doblaje, y en cierta ocasión afirmó que el espectador de cine doblado se pierde un 10% de los matices de la película original, mientras que en el caso del lector de subtítulos el porcentaje alcanza el 30%. Aunque los porcentajes son discutibles -dependen mucho de la agilidad visual y velocidad lectora de cada uno-, no seremos nosotros quienes le enmendemos la plana al maestro inglés, ni tampoco a Jean-Pierre Jeunet, quien se quejaba de que en los subtítulos ingleses de ‘Amélie’ se perdían muchas de las bromas de la película.

 

Para hacer de abogados del diablo, es necesario señalar algo de lo que no todo el mundo es consciente cuando afirma que la VO respeta la interpretación original del actor: en torno a un 70% de las películas que se producen en los EEUU incluyen voces añadidas en postproducción, es decir, que no son las que el actor de marras pronunció durante el rodaje en sí. Esta práctica, poco común en España, tiene como objetivo pulir al máximo la interpretación vocal y arreglar las imperfecciones que pudieran darse al recitar el texto. De hecho, en algunos casos ni siquiera es el actor original quien pone la voz final, sino que se elige a otro que encaja mejor con las exigencias del personaje a quien interpreta. El caso más notable de esto es sin duda el de Darth Vader, interpretado por David Prowse, pero cuyo soberbio vozarrón de barítono es obra de James Earl Jones. Este vídeo da una idea de la magnitud del desastre que hubiera supuesto confiar en el poco agraciado vocalmente Prowse:

Al margen de estos casos relativamente anecdóticos, está claro que la VOSE permite al cinéfilo o seriófilo de turno familiarizarse con diferentes idiomas y acentos, por no mencionar que la sincronización labial casi siempre estará mejor ajustada (pese a lo dicho sobre la postproducción) que en el mejor de los doblajes. Y servidor se cuenta entre quienes es incapaz de escuchar a un lord británico hablando como un señor de Burgos, no digamos ya si se trata de un miembro de la yakuza japonesa. A raíz de un chantaje materno que me dio a elegir entre ver ‘El Rey León’ en el idioma de Shakespeare o no verla, sin más, desarrollé bastante alergia al doblaje -con honrosas excepciones, como ‘Los Simpson’ o los magníficos trabajos de Constantino Romero.

Aprovechemos para repasar algunos de los reproches más habituales que se le hacen al doblaje:

– Para las personas no acostumbradas al doblaje, escuchar a diferentes actores doblados por una misma persona puede ser todo un problema para tomarse en serio la película. Por ejemplo, Rogelio Hernández –recientemente fallecido- se encargó de doblar a Jack Nicholson, Marlon Brando, Paul Newman o Michael Caine, entre otros. Y Constantino Romero hizo lo propio con Clint Eastwood, James Earl Jones, Roger Moore o William Shatner. Pese a que ambos son magníficos dobladores, resulta complicado asumir que sean capaces de reproducir toda la riqueza de matices de las voces de actores tan diferentes entre sí.

– Otra pintoresca costumbre con resultados indeseables es la de usar a mujeres talluditas de voz aguda para doblar a los niños. Es comprensible que no sea sencillo encontrar a zagales con la capacidad y las ganas necesarias para encargarse de un doblaje, pero… ¿No hay una opción mejor?

– Algunos actores deben buena parte de su éxito a su peculiar dicción, inflexiones de voz o entonación, sin las cuáles a menudo se pierde la fuerza de un determinado personaje. En esta lista figuran algunas de las voces más célebres del séptimo arte.

(Continuar leyendo la 2ª Parte)

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