Por más que creamos expresarnos en un inglés impecable, es casi imposible evitar meter la pata de vez en cuando. A menudo, se trata de confusiones muy razonables, no tanto provocadas por el desconocimiento del idioma como por los hábitos adquiridos por ser el español nuestra lengua materna. Tendemos a expresarnos en otro idioma aplicando las reglas que rigen en el nuestro de forma inconsciente, y esto provoca pequeños errores que podríamos solucionar prestando más atención a nuestra forma de hablar y/o escribir, y reforzando esas áreas al aprender inglés.
Dado que hay tantos errores como hablantes, en el blog de International House Madrid trataremos de centrarnos en cinco que a menudo nos producen abundantes quebraderos de cabeza. Estaremos encantados de que nos comentéis cuáles son los que más os cuesta evitar a vosotros.
- Equivocarnos con las consonantes repetidas: es fácil olvidar en qué casos se utilizan. Por ejemplo, tendemos a escribir palabras como “accommodation” o “different” con una sola eme, ce o efe. En estos casos el problema está en que disponemos de palabras similares en español que, en este caso, sí se escriben con una sola consonante (“acomodo”, “diferente”). Sin duda, cada uno de nosotros cometerá errores con palabras muy diversas, pero en este blog tienen bastante puntería para seleccionar las más conflictivas.
- Errores con las preposiciones. Quizás se producen por dos motivos muy sencillos: que las usamos con gran frecuencia, y que puede parecer algo “de sentido común”, pese a no serlo. Nos parece natural, por ejemplo, decir “estoy en la playa”, así que resulta contraintuitivo acostumbrarse a usar la preposición correcta en inglés, que es “on” o “at”, según el caso. También hay ocasiones en que, simplemente, nos comemos la preposición: en español decimos “estoy escuchando la radio”, pero en inglés la frase correcta es “I’m listening to the radio”.
- Los ‘false friends’ suelen traernos por el camino de la amargura. Algunos son fáciles de evitar incluso para gente de nivel muy bajo (“carpet” por “carpeta”, en vez de “alfombra”, por ejemplo), pero hay otros que a menudo nos dan gato por liebre: “disgrace” para aludir a una “desgracia”, pese a que significa “vergüenza”, o “nude” para “nudo”, cuando quiere decir “desnudo”. En algunos casos, las palabras pueden pertenecer a un mismo campo semántico y requieren conocer bien los matices: véanse “sympathise”, que no quiere decir “simpatizar”, sino “empatizar”; o “library” en vez de “bookstore” cuando tratamos de referirnos a una librería. Si quieres una lista más amplia, esta recoge cincuenta de los más comunes.
- Evitar los phrasal verbs. Dado que son tan abundantes y aprenderlos resulta muy engorroso, tendemos a mirar hacia otro lado y hacer como si no existieran. Sin embargo, aún cuando nos expresemos de forma razonablemente correcta o comprensible sin ellos, es probable que nuestro discurso suene poco natural, envarado. Utilizar siempre “tolerate” en vez de “put up with” o “investigate” en lugar de “look into” sonará extraño a un hablante nativo y delatará las carencias de nuestro vocabulario.
- Pronunciar la jota como si estuviéramos hablando en español. Su sonido es muy fuerte en nuestro idioma, mientras que en la lengua de Shakespeare suena aspirada, bastante más suave. Existe una divertida frase/trabalenguas en inglés que suele utilizarse para practicar este sonido: Horrible Henry Hunt, who has a hundred happy horses, has a huge house in Hampshire. ¿Te ves capaz de pronunciarla correctamente? Además de las que provoca la problemática letra jota, existen, por supuesto, múltiples sutilezas en la pronunciación que solo un hablante avanzado será capaz de dominar; en este enlace (en inglés) encontrarás algunas de ellas.
El camino más seguro para aprender inglés y sortear con habilidad estas trampas del idioma es estudiar un curso acorde con tu nivel en International House Madrid, o reforzar las áreas en las que te sientas más inseguro con nuestro programa FlexiLearning. Confiamos en que encuentres el programa que mejor se adapte a tus necesidades.